Ayer domingo pude cumplir un sueño (que se había transformado en pesadilla): ser Campeón de España de Cross. Por encima del hecho histórico de ser el único que atesora los títulos nacionales de 5000, 10000, Maratón y Campo a Través, lo que realmente me llena es haber conseguido este último título.
Pudo parecer fácil...pero os aseguro que no fue así.
Han sido muchos días de dolores, de complicaciones con el constipado, noches en vela, más molestias... y eso como dice Estopa:
"Y yo me pongo a pensar si hacerle caso al dolor a cualquier pensamiento fugaz orbitando a mi alrededor, para bien o para mal, que es esa siempre la cuestión que no puedo contestar"
Empiezas a darle vueltas a la cabeza, a pensar en negativo, a replantear la temporada...¿será un acierto? ¿No? ¿Qué hago? Mis confidentes (esos a los que yo llamo amigos) me apoyan, confían en que esa decisión es la buena. ¿Será así...?
Van pasando los días, las molestias y los dolores no desaparecen y el constipado, sigue su curso. No se va pero tampoco me perjudica. Será la primera vez que llegue a este campeonato con algún virus. En el fondo creo que me daba igual. ¿Porqué? Pues porque no era un objetivo que me hubiese planteado, simplemente ha sido un sueño que ha aparecido delante de mí y me ha dicho: Esta vez sí.
Como siempre que disputo un Campeonato, viajé el viernes y para así evitar madrugones, posibles problemas y nervios.
Era la primera vez que viajaban (en avión) conmigo, mi mujer y mi hija y, la verdad, es que nos lo pasamos pipa. He aprovechado para seguir disfutando de la infancia de Inés, cosa que sólo sucederá ahora y por eso he estado más despreocupado que otras veces. Mi mujer y yo hemos llevado la misma rutina que en casa y así la niña no se descuadraba en exceso de horarios y yo podía seguir distraído.
El sábado por la mañana cuando llegó la Selección Catalana, nos fuimos al circuito a rodar. La primera impresión fue positiva pero analizándolo, nos dimos cuenta que era un circuito trampa: hierba alta, falsos llanos y posiblemente barro. Así que nada de correr a 2'55...a remar contra viento y marea para ir a 3'05.
Después de la comida y de la mini siesta (ya sabéis la duracion de la siesta de los padres es directamente proporcional a la de la niña...), un paseo de 2 horas por Gijón y a la reunión técnica. Una buena y agradable cena y a la cama. Por primera vez en muuucho tiempo, me metí en la cama a las 22.30...había que descansar.
7.25 de la mañana, suena el despertador (o sea Inés). Me visto y en 10 minutos, salgo por la puerta para hacer un pequeño trote de 20' para despertar al cuerpo. Una estrofa de Estopa me viene a la mente:
"SI NO VIENEN HOY LAS MUSAS
TENDRÉ QUE IR A VERLAS YO"
A pesar de la ligera lluvia, una conversación amena con José Rios hizo que ni me enterara del tiempo transcurrido ni de si me encontraba bien o mal. ¡¡¡Buena señal!!!
8.15 de la mañana, cómo si de un día normal se tratara, ahí estaba dándole el biberón del desayuno a mi hija, momento que mi mujer aprovechaba para desayunar y así luego darme el relevo.
10.00 de la mañana y entre la penumbra de la habitación (benditas 2 horas de siesta que se pegó Inés) me puse a poner los clavos. ¿Habrá barro? Sí. ¿Hay curvas peligrosas? Sí. Pues no escatimaremos en mm: ¡¡¡clavos del 12!!!
A las 11.00 una ducha de agua fría activadora y al autobús.
Llegada al circuito, saludo a buenos amigos, a conocidos y me meto en la carpa. Empieza el ritual previo a toda carrera: tirita nasal y una buena crema calentadora mientras en mi cabeza se repite otra letra de Estopa:
"Y rezar, para que a la buena suerte no se le ocurra abandonarme..no olvidar, que me lo he pasado de muerte y que nadie puede frenarme..."
Me voy a calentar con una compañía inmejorable...con el gran ¡¡¡Jordi Comas!!!. Empieza a llover. En mi cabeza empiezan a aparecer algunas dudas: ¿Habrá mucho barro? ¿Me irá bien? Por un lado las opciones de Jesús España bajan mientras que las de Javi Guerra suben...
En el calentamiento las cosas transcurren bien. Buenas sensaciones, buen apoyo y, sobretodo, muchas ganas de correr.
Se acerca la hora de la salida. La lluvia no amaina. Ya da lo mismo. Sé que no va a ser el mejor circuito para mis características pero el Cross es así, imprevisible y el resultado siempre está a merced del clima ya que por muy bien que estés...
13.20 horas, se da el pistoletazo de salida. Estoy muerto de frío, pero me veo en cabeza. Pues nada a...¡correr!.
Salida rápida y Sergio Sánchez me da el relevo. La única duda que me quedaba queda disipada: Sergio será un durísimo rival.
No os voy a contar la carrera porque ya la habéis visto. Lo único deciros que se hizo larga. Más de 38' para recorrer 12 km, dan para mucho.
Por mi parte pasé por diferentes estados mentales. De la euforia del principio a las dudas de mitad de carrera (me habré pasado), para volver a la euforia del final.
Pensad que era una oportunidad única. Faltaba Ayad y eso abría el abanico de candidatos al trono. En mi cabeza sólo había un resultado y no podía fallar. Muchas veces eso me lleva a cometer errores pero creo que esta vez corrí tácticamente perfecto. Y eso que no me lo pusieron fácil ni los rivales, ni el circuito ni el clima.
Al final conseguí mi ansiada victoria. Desde que accedí a la élite en el año 2003 y conseguí mi primera plata en el 2004, mi peor posición habia sido el 5º puesto de los últimos 2 años. Eran 8 campeonatos seguidos entre los cinco mejores atletas nacionales. Pero me faltaba ser el mejor. El pasado domingo lo conseguí.
Aquí os dejo mis resultados en los Campeonatos de España de Cross en categoría Senior:
Para mí acaba un invierno espectacular, el mejor de mi vida. Han sido muchos meses de duro trabajo desde que en el ya lejano mes de mayo, el doctor David López Capapéme dijera que ya podía empezar a correr de nuevo. Fueron muchos meses en el infierno, muchos días de entreno en la más estricta soledad de aquel atleta que fuí y que quiere volver a ser. En esos duros momentos es cuando realmente ves quienes son las personas que valen la pena y las que no.
A esas personas que estuvieron ahí en todo momento, aguantando carros y carretas, ayudando, apoyando, preguntando...A esas personas y a nadie más les dedico este invierno. Porque quizás sin ellos no lo hubiera podido hacer.
Gracias de todo corazón.
Carles Castillejo